miércoles, 28 de abril de 2010

El estudio en Milán

La semana pasada estuvimos por primera vez en la Feria del Mueble de Milán con el único interés por ver y aprender de todo lo que se está haciendo allí, y debemos decir que hemos vuelto realmente sorprendidos. La Feria en sí es realmente digna de visitar, por la calidad de los trabajos expuestos, por la elegancia de los enormes stands y, por supuesto, por pasear bajo la enorme marquesina de vidrio, diseñada por Massimiliano Fuksas, que une los distintos pabellones feriales.
Pero lo que realmente nos ha sorprendido ha sido la ciudad de Milán, que orgullosa de sí misma, se viste de fiesta para la ocasión. Las maravillosas tiendas se convierten en lugares de encuentro que, con sus mejores galas, exponen los muebles como si de piezas de arte se tratara. Por si esto no fuera suficiente, descubrimos la zona Tortona, un lugar transformado para la ocasión, donde las empresas se comunicas de una forma natural y donde pasear, comer, hablar, aprender y trabajar se funden de una forma absolutamente natural.
Gracias al famoso volcán estuvimos dos días más de lo previsto en Milán, por lo que aprovechamos a visitar Corso Como donde lo más de lo más aprovecha para ver y dejarse ver. En resumen, hemos vuelto realmente admirados del orgullo que produce el diseño en los italianos, del que, espero, tomemos nota y aprendamos!!!



enlaces: www.cosmit.it / www.zonatortona.net/index.html

martes, 6 de abril de 2010

Las malas copias

Si entendemos el diseño como una actividad compartida dirigida a satisfacer necesidades y que se ocupa a su vez de configurar objetos, espacios y servicios que den respuesta a las demandas de usuarios finales, debemos entender previamente que los profesionales del diseño son los diseñadores y no otros. Un buen diseño aporta beneficios a quien lo contrata, a la sociedad y al ciudadano que lo utiliza. Es una herramienta imprescindible en la empresa como factor de innovación. La intervención de un diseñador no es un coste superfluo sino una inversión necesaria para alcanzar los objetivos estratégicos y debe reconocerse en todo momento como un aliado del cliente y nunca como un estorbo del que prescindir lo antes posible para ahorrar un poco de dinero.

Por eso, que difícil es entender en ocasiones, que desvirtuar los diseños originales y convertirlos en "similares" tan sólo lleva a la vulgarización de los mismos y a la pérdida de la razón que los originó.
Y para muestras un botón, de lo que pudo ser y no fue!!!